Es contar con energía generada localmente, controlada por nuestra comunidad que nos garantice acceder a condiciones de vida digna en función de necesidades ancestrales y actuales.
A partir de este nuevo escenario se ha generado un diálogo entre integrantes antiguos y las nuevas generaciones, alrededor de las tecnologías que se usan o se anhelan, las cuales se asocian a una lectura de progreso y desarrollo, considerando los impactos negativos y positivos que esto implica.
Hemos recuperado experiencias de energía tradicionales como el gas de pantano y reconocimos el impacto de las pérdidas de saberes que trae el despoblamiento y la interrupción de la transmisión oral de conocimientos.