Para la comunidad de Palma Alta, la energía es parte de la vida y está en todos los procesos que la dignifican. Pero estamos enfrentando en carne propia la maldición del petróleo en nuestro territorio y esto nos acabará y dejará en condiciones muy duras, aunque a esto le llamen desarrollo. Así entonces, la transición energética justa para la comunidad indígena de Palma Alta es un acuerdo de respeto con los ciclos de la vida, de convivir con la fuerza del sol y con la cultura de nuestros ancestros y que no genere guerras contra las personas y la naturaleza como es el extractivismo. Es el uso racional, respetuoso y equilibrado de la energía en todos los procesos vitales, sin hacer daño a la madre tierra, a nuestras generaciones futuras y dando dignidad a las personas y comunidades que protegen la vida.