Saltar al contenido

La realidad actual nos presenta el desafío de una transición que además sea justa; esto requiere fortalecer la idea de la energía como un derecho. La adaptación a un nuevo sistema de acuerdo con la emergencia climática global debe considerar los riesgos y vulnerabilidades de los diferentes grupos humanos en los diferentes lugares del planeta. El acceso a las soluciones (técnicas, financiera, etc) debe materializarse de manera que se reduzca la situación actual de injusticia actual y se asegura una mejor gestión de riesgo para estas comunidades y espacios regionales.