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Somos la Ecomunidad Ama-Gi. Una experiencia de vida comunitaria que camina la sustentabilidad en las montañas del sur de Santander

La iniciativa de nuestra Ecoaldea surgió hace aproximadamente 10 años, estando en la universidad con nuestros hermanos, sentíamos el llamado de la montaña que nos vio nacer en La Belleza, Santander, y un día decidimos empezar a vivir ese mundo que nos atrevemos a soñar. Un mundo más justo, más amigable con nuestro entorno, más amoroso, más sustentable, más bello, más solidario y más vivo. 

Así, empezamos a sembrar nuestro propio alimento, luego a ser guardianes de semillas y años después a crear la Red de Familias Guardianes de semillas de Santander; empezamos a construir nuestras casas y de ahí nace AMA-GI Bioconstruye, un emprendimiento que se dedica a la bioconstrucción; de ahí empezamos a hacer trabajo comunitario y a sentir la responsabilidad de cuidar nuestro territorio y a raíz de eso han nacido mágicas experiencias que tienen su nacimiento en nuestra Comunidad AMA-GI, para mencionar algunas: con-ciencia bellezana (proceso político y social que hoy día tiene un concejal de nuestra comunidad), las do-mingas (red de mingas), festival de las quynzas (un festival artístico y cultural).

Hoy día nuestra comunidad es una escuela, donde aprendemos y enseñamos a diario; recibimos voluntarios, damos talleres de biosconstrucción, permacultura; tenemos un proceso de educación en casa con nuestros hijos y en general somos una familia que se dedica a hablar de sustentabilidad, desde el ejemplo. 

Hace 10 años hemos venido constituyendo la Ecomunidad Ama-Gi, una propuesta que inicia su transformación desde casa para la manifestación de los cambios de uso y consumo energético en la región, con la implementación de la permacultura. Esta propuesta ha buscado salirse de los paradigmas sistemáticos de una sociedad sin relación con el medio ambiente y generar bienestar a la naturaleza a través del buen vivir.

La permacultura como herramienta de diseño, ha sido base fundamental para capturar la energía y abastecernos con trabajo de la naturaleza, manual y comunitario. Considerando la disminución de uso de concreto, hemos bioconstruido nuestros hogares y espacios de trabajo con la materia prima que nos provee, en su mayoría, el mismo espacio que habitamos. Así mismo, la constitución de huertas sintrópicas, bosques comestibles y el acompañamiento de gallinas y cuyes, nos han permitido el autoabastecimiento parcial de la nutrición de una familia de 13 personas, entre ellas niños que se educan con el juego en la exploración sana del espacio bio-diverso que los rodea.

Desde la educación en casa, los niños observan e interactúan con la naturaleza de manera que el cambio de los patrones de uso, lo iniciamos desde allí, sumando a esto la implementación de sanitarios ecológicos secos, compostaje con y sin lombrices para la transformación del abono, mingas de trabajo alrededor del municipio para la eficiencia y el compartir, talleres teórico prácticos sobre el uso de herramientas no convencionales para el buen vivir y la conservación de las semillas nativas del territorio para la viabilidad de un futuro próximo. 

Componemos distintos espacios de expansión en La Belleza, Sur de Santander, siendo la BelleSana, el arte y el pensamiento creativo la columna vertebral. Con hábitos de consumo sostenible, nos apoyamos en una alimentación y un vestido variado, justo y local.

Características técnicas de la propuesta

El bosque de alimentos piloto que se tiene, comprende un espacio aproximado de 100 metros por 100 metros y fue plantado hace 4 años. Hoy ya se tienen las primeras plantas frutales en cosecha (brevas, tomates de árbol, duraznos) y ya se han cosechado, en varias ocasiones, lotes de arracacha, verduras, arveja, maíz, plátano y otros cultivos que van creciendo en medio de los frutales. Para este bosque de alimentos contamos con un vivero que constantemente suministra plantas al sistema y en este momento estamos con la proyección de ampliar el bosque a una área de 2 hectáreas más. (nota: el vivero hace parte del bosque y comprende una área de 4 metros por 4 metros aproximadamente)

Hace varios años que producimos nuestros propios abonos, para el bosque de alimentos y para las huertas, para ello venimos trabajando con la humanaza (la materia recolectada de nuestros sanitarios ecológicos secos), el estiércol de unas ovejas que también nos proveen una fuente importante de abono, tenemos zona de compostaje, lombricomposteras y algunos biopreparados. Para esto utilizamos materiales básicos como canecas, plásticos y herramientas básicas como palas y azadones. (aquí lo que más empleamos es mano de obra).

El mantenimiento a los sistemas que tenemos, es algo que se hace de manera permanente, cada 15 días aproximadamente. En este tiempo cosechamos el abono de los baños y de la casa de las ovejas, se llevan a las zonas de compostaje y van quedando listos para usar.

Contamos además con sistemas de biofiltros para el manejo de las aguas de las cocinas y a este sistema se le hace mantenimiento, aproximadamente cada 20 días.

Las viviendas y demás bioconstrucciones, se les hace un mantenimiento mínimo, según el deterioro que vayan presentando a causa del tiempo.

Procesos productivos, comunitarios, ambientales, o actividades económicas que fueron impactadas de forma positiva con la implementación de la experiencia comunitaria de TEJ
  • Producen una gran parte de los alimentos que consumen (frutas, hortalizas, frijol, maíz, arracacha, chachafruto, guatila, medicinales, arveja, habas, papa, cebolla, caña*) y lo que no producen procuran obtenerlo de fuentes orgánicas, con amigos que hacen parte de la red de semillas.
  • Producen sus propios abonos (humanaza, animales, composteras, pacas digestoras, biopreparados).
  • Construyen sus casas.
  • Dan talleres de bioconstrucción.
  • Educan a sus hijas e hijos.
    *Producen panela artesanal con los vecinos del sector a partir de la caña.
Personas beneficiarias de la experiencia

7 mujeres, 13 hombres, 3 adolescentes y jóvenes (entre los 12 y 18 años), 4 niñas y niños (entre los 0 y los 12 años).

1. Guardianes de Semillas del Sur de Santander: Con gestión social y comunitaria, han compuesto la red de guardianes de semillas nativas para la conservación de la tradición y la cultura con apuesta al cuidado ambiental del territorio. Cuentan con proyectos productivos que llevan como estandartes de su colectivo para empoderar a los campesinos del sector, construyendo desde el amor, han constituido un espacio semanal de ayuda mutua llamado DoMingas que promueve la gestión de construcciones en comunidad. Así también se gestó conciencia BelleSana, un colectivo político popular con incidencia en el territorio.

2. Ama-Gi Bioconstruye: Han constituido un emprendimiento de bioconstrucción con base a la geometría sagrada, con el cual han constituido talleres teórico prácticos sobre domos geodésicos y zomes alrededor del país. Además de estar disponibles a la realización de espacios diseñados con conciencia.

3. Escuela Ama-Gi: les place que tanto sus hijas e hijos como los de los vecinos tengan la opción de una educación alternativa, basada en el cuidado de la tierra. Enseñándoles desde el juego, estos niños tienen una perspectiva distinta de la vida. Especialmente, en su territorio han observado la naturaleza para interactuar con ella, por eso la escuela es un espacio que agrupa no sólo personas sino formas de vida alrededor de estas mismas. Enseñan con la práctica sostenible y eso da un valor agregado muy especial.

  1. PROBLEMA ECONÓMICO: Quizá el factor más problemático y desafiante en el momento de implementar los sistemas, es el económico, partiendo de que todo lo que se desarrolla en Ama-GI es auto gestionado y cada uno de los sistemas implementados requiere una primera inversión y posteriormente un sostenimiento durante el periodo de transición hasta que el sistema se robustece y estabiliza.
  2. EL TIEMPO: Algunos sistemas como el bosque comestible por ejemplo, requieren de un periodo de tiempo aproximado de algunos tres años para empezar producción, lo que implica una inyección de recursos y energía para sostenerlo mientras se auto sustenta.
  3. LA RESISTENCIA CULTURAL: Los cambios de paradigma sociales tienden a alterar los hábitos culturales de las comunidades, por eso el uso e implementación de sistemas como los baños secos, la bioconstrucción, los sistemas de biofiltros y demás, están mediados por el hábito cultural que genera una barrera y cierta desconfianza en éste tipo de tecnologías apropiadas, así como también la tradición de monocultivo y ganadería generan resistencia en alternativas como bosques de alimentos, integración de cultivos y otros modelos de cultivo más amigables y eficientes.
Participación de mujeres en la experiencia comunitaria TEJ

– El proceso de la escuela Ama-gi, que es una iniciativa de escuela en casa es liderado por una mujer, que a su vez tiene un emprendimiento llamado ARTE ROJO que es un proyecto de creación artística que consiste en pintar aves y llevarlas a camisetas, agendas y algunos otros elementos. 

– En el espacio existe la iniciativa de un círculo de mujeres que se ha venido afianzando. Estos son liderados por dos mujeres del proceso principalmente.

– En el festival de las quynzas, las mujeres del proceso tienen un papel fundamental.

– En la red de semillas, en las mingas y en todos los espacios la participación tienen una presencia importante de las mujeres.

Incidencia de la experiencia comunitaria de TEJ en política pública

En políticas públicas hay que mencionar que uno de los miembros de la comunidad, hace parte del concejo municipal, producto de la iniciativa “conciencia bellezana”, un colectivo político que nace de la idea de protección del territorio. 

Él fue el postulante de un proyecto de acuerdo municipal, el primero en Santander en prohibir el plástico de un solo uso y el icopor en contratación pública, iniciativa de gran resonancia en otros municipios que han intentado adoptarla para sus territorios.

Desde ésta representación política también cabe mencionar la gestión realizada para llevar a cabo “Festival de las Quinzas”, un evento artístico, musical, teatral, de intercambio de saberes y mercado campesino, enmarcado en el cuidado del medio ambiente y la cultura de paz. La apuesta a mediano plazo es institucionalizar este evento en el municipio y posicionarlo a nivel nacional.