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Renov_arte, Re_estrene, Restrepo

La fabricación de calzado es una actividad de tradición familiar, por más de 60 años este sector se ha configurado como el barrio de los zapatos en Bogotá. Esta fabricación se ha realizado de manera artesanal en pequeñas casas y por grupos familiares. En principio la elaboración dependía de la mano de obra de las familias y las materias primas eran elementos básicos. Con la llegada del TLC y las importaciones y contrabando los mercados se abrieron a zapato de muy bajo costo y baja calidad. Esto modificó los patrones de producción de los talleres para volverlos más competitivos y el nivel de residuos empezó a incrementarse. 

Esta situación motivó pensar en alternativas de aprovechamiento de estos residuos y la recuperación de ropa y otros elementos que son desechados que permita disminuir la contaminación y crear alternativas económicas para familias que están siendo desplazadas por los mercados globales. Así nació Renov_Arte & El restrene del Restrepo, que se piensa más que como una simple marca como un cambio de vida de las personas involucradas en su mismo consumo y en la producción. Este proyecto busca ampliar la difusión de estas alternativas de aprovechamiento y explorar nuevos usos que se le den a estos elementos desechados. Hasta el momento se han involucrado 6 microtalleres de familias cercanas en el reciclaje pero aún falta afianzar mayor la cultura del aprovechamiento y la reutilización, así como un enfoque de producción sostenible.

¿Por qué escogió esas áreas de TEJ? Al año se desechan 92 millones de toneladas de residuos textiles (Acosta, 2021) y se producen más de 21.000 millones de zapatos en el mundo (Pacheco, Collado & Capuz 2015). Estas cifras nos cuestionan ¿cuánta energía gastamos en toda la cadena de producción, comercialización y consumo de lo que la moda impone? Sabemos que producir un par de zapatos puede generar hasta 23,3 kgs de CO2, el 58 % en su fabricación de los componentes (lengüeta, piel, plantilla, suela, etc.), el 16% al envasado de fabricación, el 11% al montaje y acabado y el 6% a la distribución del producto final. Sumado a esto, la mayor producción de calzado se realiza en países como China (60.5%), seguida de la India (10.4%), Vietnam (3.8%), Pakistan (1.4%), and Bangladesh (1.3%), en donde se sobreexplota la mano de obra de mujeres y niños en maquilas.

En Colombia la producción de calzado se da en clústeres específicos como el barrio Restrepo en donde se localizan cientos de pequeños talleres y microindustrias de zapatos, actividad que ha sido tradicional y artesanal. No obstante, las tendencias globalizantes han generado efectos negativos en la producción artesanal, por un lado se ha incrementado el uso de sintéticos y químicos impuestos por las fastfashión, por otro lado, la bajo competitividad de los pequeños talleres de zapatos frente a las importaciones incrementadas por los tratados de libre comercio han generado quiebras y abandonos de la actividad y por último el bajo aprovechamiento de los materiales en donde se desperdician casi el 25% de materias primas y que van a parar a los vertederos de basura sin ningún tipo de aprovechamiento.

Este contexto motiva la necesidad de un cambio de paradigma en los patrones de producción y consumo textil y de calzado basados en el concepto de economía circular. Así pues el proyecto busca una TEJ en donde los materiales desechados en la producción de calzado en el barrio Restrepo sean aprovechados en la producción de otros accesorios y la recuperación de prendas textiles que con pueden ser reutilizados a través de segundas oportunidades a elementos que probablemente resultarían en la basura. Adicionalmente se busca disminuir el consumo de energía reduciendo las importaciones de materiales, textiles y zapatos que vienen de los países asiáticos y que solo en su transporte genera un altísimo gasto energético, reivindicando la producción y consumo local basados en circuitos cortos de mercado.

Características técnicas de la propuesta

La cadena de recuperación de materiales inicia desde la separación de los residuos de diferentes talleres (pieles, sintéticos, odenas) que son usados en la fabricación de calzado, esta actividad se viene adelantando, motivando a talleres vecinos y en los propios lugares de trabajo. En la fabricación de calzado se estima que el 25% de materiales se desecha. Estos materiales son rediseñados para los cuales se crean nuevos patrones de accesorios que puedan salir de diferentes elementos de piezas pequeñas. El ensamblaje de estos elementos se da principalmente por mujeres que a través de máquinas de coser crean nuevas piezas únicas que posteriormente son comercializadas.
Adicionalmente, se está adelantando el proceso de sensibilización de fabricación de calzados a través de materiales locales (no importados) que otras personas vienen recuperando, ejemplo las suelas de los zapatos en el barrio Restrepo existen molinos en donde se reciclan desechos de PVC que nuevamente son transformados en nuevas suelas de manera local. La odenas que es un material que permite ensamblar el zapato se está reciclando para crear nuevas cadenas, estas cadenas productivas se dan en el mismo barrio lo que permite minimizar usos energéticos en transporte a través de la importación. La iniciativa busca sensibilizar a más micro talleres al uso responsable de los residuos y a la utilización de materiales locales.

Procesos productivos, comunitarios, ambientales, o actividades económicas que fueron impactadas de forma positiva con la implementación de la experiencia comunitaria de TEJ

La elaboración de accesorios y recuperación de prendas de materiales de desechos es una alternativa que ha permitido crear ingresos a 6 núcleos familiares, si bien, la iniciativa aún no permite generar el 100% de recursos de las familias, el gran crecimiento que se ha logrado en el corto plazo nos proyecta no solo en el crecimiento de estas familias sino en el involucramiento de más talleres que a través de procesos de formación se motiven al aprovechamiento total de los materiales y a la transformación de consumo de productos que son generados directamente en el mercado local, reduciendo el gasto energético en toda la cadena de producción.

Personas beneficiarias de la experiencia

8 mujeres, 4 adolescentes y jóvenes (entre los 12 y 18 años).

  1. Disminución de generación de desechos reduciendo la huella ecológica en la producción de zapatos.
  2. Cohesión social entre las familias propietarias de los pequeños micro talleres que buscan una mayor articulación en sus procesos productivos.
  3. Gestión social a partir de la producción de nuevos ingresos para las familias.
  1. Comercialización de los productos: se deben afianzar los canales digitales y difusión de la iniciativa para llegar a todas las personas interesadas en un consumo responsable y participación de eventos que difundan la iniciativa.
Participación de mujeres en la experiencia comunitaria TEJ

La experiencia es liderada por mujeres y son las mujeres quienes a través de sus capacidades artesanales ensamblan los materiales para la creación de las piezas.