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Estufas eficientes de leña y huertos leñeros para la conservación comunitaria de los bosques y el buen vivir

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Los bosques o huertos leñeros abastecen con autonomía energética, y las estufas incentivan el uso eficiente de la energía que genera la combustión de leña, al momento de preparar los alimentos. Con estas experiencias se fortaleció el trabajo en conservación comunitaria de los bosques andinos, con las declaraciones de reservas campesinas y comunitarias.

A nivel comunitario, se realizó un proceso de capacitación y de réplicas, que inició con la formación de un promotor comunitario en energías alternativas, en la actualidad se han sumado y capacitado más personas de la comunidad, muchas de las cuales son mujeres.

En lo ambiental, se disminuyeron las emisiones de humo en el hogar y el consumo de leña, con un ahorro cercano al 40%. Al monocultivo de café, se le asociaron árboles dentro-energéticos, que además de leña, aportan materia orgánica al suelo, favorecen a la disminución de la aplicación de abonos químicos y brindan sombra al cultivo de café y se producen granos de muy buena calidad. 

La comunidad también se capacitó en técnicas de poda de los árboles, para el aprovechamiento al máximo de la leña.

Por otro lado, las mingas (convites) y los intercambios, son un eje dinamizador del proceso y motivan la vinculación de nuevas familias, fortalecen las relaciones solidarias entre vecinos y la apropiación del territorio.

La formación popular en energías alternativas, da independencia técnica para el montaje de las estufas y permite que las experiencias se adapten al contexto sociocultural. 

En cuanto a la alimentación, el uso de de los hornos permite preparar una variedad de alimentos como el pan, tortas, arepas basados en recetas tradicionales a base de chachafruto, plátano, cidra, papa y auyama. 

Este proceso aporta al buen vivir y se articula con la producción agroecológica, con énfasis en sistemas agroforestales.

Características técnicas de la propuesta
  1. Revisión del sitio para el montaje de la estufa, según el espacio disponible y las necesidades de la familia, esto también se tiene en cuenta en los herrajes que se van a usar en la construcción de la estufa.
  2. Adecuación del espacio para el montaje, se hace nivelación de pisos, se funde la placa sobre la cual se construye la estufa. 
  3. Sobre la placa se instalan las dos primeras hiladas de ladrillos (ladrillo refractario, especial para estufas). Sobre éstas se ubican dos registros que tienen como función descamisar y deshollinar la estufa, cuando se requiera, se hacen las divisiones internas para la ceniza y la rampla para la salida del humo. 
  4. Se pegan tres hiladas más de ladrillos y se localiza el horno y el primer tubo para la salida del humo.
  5. Se pegan dos hiladas de ladrillo adicionales y se hace el montaje de la parrilla de la cámara de combustión de leña. 
  6. Se pegan dos o tres hiladas más de ladrillos, y se pone la puerta de la cámara de combustión de la leña.
  7. Se hace el montaje de los dos planchones de hierro y un calentador de agua y una escuadra, se instala la baldosa.
  8. Después de la construcción, se deja secar por 15 a 20 días. Pasado el tiempo de secado, al momento de encender la estufa, en la salida del humo, se enciende un mechón para que el humo tire y salga. Se recomienda que la leña sea seleccionada y cortada al tamaño de la cama de combustión de la estufa.

Hasta la fecha, se han construido un total de 15 estufas eficientes. Se han implementado viveros familiares para la producción de especies forestales y dendro-energéticas. 

Los bosques leñeros plantados en cada reserva familiar campesina, tienen entre 200 a 300 árboles aproximadamente; para 2020 se habían sembrado 3.000 árboles en sistemas agroforestales.

Procesos productivos, comunitarios, ambientales, o actividades económicas que fueron impactadas de forma positiva con la implementación de la experiencia comunitaria de TEJ

La experiencia en energías alternativas se articula a un proceso comunitario de diversificación de siembra y producción agroecológica que es fortalecido a través de diversas prácticas:

  • Huertos forrajeros y ensilajes para la producción de alimentos de especies pecuarias. 
  • Terrazas de banco en curvas a nivel, construidas para la producción hortalizas, son de para el autoconsumo de la familia y se asocian al rescate y conservación de semillas criollas.
  • Uso de diversas fuentes de materia orgánica y recursos locales, para la elaboración de abonos orgánicos potencializados con elementos menores y microorganismos.
  • Procesamiento de alimentos, en generación de valor agregado a los productos. Se usa el deshidratador solar con el plátano, yuca, bore y auyama. 
  • Rescate y conservación de gallinas criollas en corrales de pastoreo
  • Viveros familiares para la multiplicación del material vegetal, cuyo propósito es la diversificación de siembras y la incorporación de huertos leñeros.
  • La agroecología y diversificación de siembras, permitió superar el modelo de monocultivo del café, se ampliaron las alternativas económicas y las familias ya no son dependientes de una cosecha; se fortaleció la soberanía alimentaria y la transición energética, a partir de capacidades locales y la defensa del territorio.
Personas beneficiarias de la experiencia

30 familias compuestas por 16 hombres, 20 mujeres, 12 adolescentes (entre 13 a 18 años) y 20 niños y niñas (entre 0 y 12 años).

  1. Las mingas y los intercambios en energías alternativas, fortalecen el tejido social y comunitario al interior de la organización y mejoran las relaciones con otras comunidades de la región. 
  2. La participación de las mujeres se ha fortalecido, son ellas quienes lideran el proceso agroecológico que se articula con el trabajo en energías alternativas.
  3. Con los sistemas agroforestales y la diversificación de siembras, se aprendió a asociar el cultivo de café con otras especies, las cuales sirven para alimentar el suelo, la familia y la fauna. 
  4. Se está cosechando el sol en las reservas campesinas. 
  5. Las propuestas productivas generan ingresos económicos.
  6. Se fortaleció la soberanía alimentaria y el rescate y conservación de semillas criollas.
  1. Costos de los materiales para la construcción de las estufas: se realizó la gestión de recursos económicos para la compra del 50% de los materiales, el otro 50% faltante, fue aportado por cada cada familia. 
  2. Dependencia técnica: la organización no contaba con un promotor en la construcción de estufas eficientes: a través de la Escuela en Energías Alternativas, una pareja (hombre-mujer) se formó y en la actualidad son promotores comunitarios, encargados de construir las estufas y entrenar a otras personas de la comunidad.
  3. El mal estado de las carreteras rurales, por causa de las lluvias torrenciales para movilizarse de Bucaramanga a Matanza, causó dificultades para el transporte de materiales para la construcción de las estufas. Adicionalmente, algunas fincas estaban lejos de la carretera, así que la única solución posible fue utilizar el transporte a lomo de mula para el traslado de los materiales hasta el hogar.
  4. La germinación en vivero: se seleccionaron algunas especies dendro-energéticas cuya germinación fue demorada; esta dificultad se resolvió realizando la selección natural de plántulas de especies nativas que ya estaban germinadas dentro de los cultivos.
  5. Trabajo en grupo y vinculación del núcleo familiar: establecer criterios claros en la selección de las familias al interior de la asociación comunitaria para la construcción de las estufas; se elaboró conjuntamente un plan de trabajo para construir consensos en colectivo.
Participación de mujeres en la experiencia comunitaria TEJ

El proceso en agroecología, inició en el año 2013, con la participación de una mujer de la zona. En la actualidad, las mujeres lideran los procesos comunitarios, promueven mingas y hacen capacitaciones sobre agroecología; con el tiempo, han ganado espacio en la toma de decisiones en el manejo de sus parcelas y en la valoración que hacen de la agro-biodiversidad, a partir del rescate de semillas criollas. 

Por medio de la diversificación de siembras, se amplió la alternativa económica para las mujeres, también llevan a cabo procesos para la gestión de recursos a partir de rifas, cría de pollos y siembra de fríjol y tostado de café para la venta. 

Las mujeres han innovado en recetas con productos locales, subvalorados en la alimentación como el bore, el plátano y el chachafruto, que gracias a las bondades de los agro-ecosistemas, abundan en la zona, con estos productos se elaboran masato, tortas y panes bajos en grasa horneado en las estufas de leña. 

Dentro de la asociación, las mujeres aprendieron a construir las estufas, actividad manual que antes era realizada solo por hombres, esta experiencia ha permitido a las mujeres mejorar su autoestima y sus conocimientos técnicos.

Incidencia de la experiencia comunitaria de TEJ en política pública

Han participado en una campaña latinoamericana sobre la equidad de género y el empoderamiento de los grupos de mujeres campesinas e indígenas – Mujeres 2030: «Hacia el buen vivir con justicia de género y equidad ambiental: análisis de género de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en 5 países de América Latina»

https://globalforestcoalition.org/es/lac-gender-assessments-report/