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Exhibición virtual de experiencias comunitarias de Transición Energética Justa > reportaje > De la semilla a la sostenibilidad: UTA transforma vidas, culturas y ecosistemas en Colombia.

De la semilla a la sostenibilidad: UTA transforma vidas, culturas y ecosistemas en Colombia.

En las montañas de Colombia, donde el verde se pinta de mil tonos y el aire se impregna del aroma a tierra fértil, la Fundación para la Producción Agropecuaria Tropical Sostenible Capítulo Colombia, conocida como UTA, escribe una historia de transformación. Un relato que comienza con una semilla, la del arroz de montaña, y que se extiende como un árbol frondoso, cobijando a las comunidades locales y nutriendo un futuro próspero.

Los fundadores de UTA, Lylian Rodríguez Jiménez y Ricardo Granados Buch, motivados tras su experiencia en el sudeste asiático, regresaron a Colombia con un anhelo: compartir el conocimiento y las prácticas agrícolas sostenibles que habían presenciado. Su viaje comenzó en Santander, una región montañosa donde la tradición y la innovación se fusionan en un abrazo fértil. Allí, 21 granjas se convirtieron en laboratorios de transformación, en un encuentro entre la sabiduría ancestral y las tecnologías comunitarias.

Lugares como la granja Tosoly en Guapotá, Santander, o las granjas El Bosque y Villa de la Mata en Boyacá, se convirtieron en ejemplos vivos de la agricultura sostenible. Paneles solares que capturan la energía del sol, biodigestores que convierten la materia orgánica en combustible y estufas de gasificación que reemplazan la leña, son solo algunos ejemplos de las tecnologías que se implementaron en estos lugares.

Esto se logró mediante el enfoque integral de UTA centrado en la introducción de tecnologías sostenibles, la capacitación agrícola y la recuperación de la semilla de arroz de montaña, combinando conocimientos tradicionales con enfoques innovadores para generar un impacto transformador en las comunidades con quienes trabajan. Con el objetivo de crear modelos replicables en todo el país y reactivar la agricultura para establecer fincas sostenibles adaptadas al entorno local, la Fundación se propone como opción de transformación.

Entre las herramientas que proporciona la organización a las comunidades se incluyen paneles solares fotovoltaicos, biodigestores y estufas de gasificación, cada una representa un paso hacia la autonomía energética y alimentaria. Por ejemplo, se instalan aproximadamente 20 paneles solares fotovoltaicos para la iluminación y energía, junto con 17 estufas de gasificación y 26 biodigestores, entre otros equipos esenciales. Adicionalmente, se implementan medidas para fortalecer la producción agrícola, como la introducción de huertos, la distribución de plántulas y custodios de semillas. Estas acciones diversifican la producción y fortalecen la soberanía alimentaria local.

El proyecto tiene un impacto significativo en el conocimiento y las percepciones de las personas involucradas. Alrededor de 20 familias han aumentado su conciencia sobre el compostaje y la gestión agroecológica, mientras que otras 21 familias han aplicado diferentes tecnologías en los cultivos de arroz o trigo. Además, aproximadamente 50 participantes reciben capacitación en temas relacionados con la sostenibilidad y la agricultura, fortaleciendo las habilidades y capacidades en las comunidades.

Este proyecto además, establece vínculos con instituciones educativas, promoviendo la integración de conocimientos académicos y la experimentación en el campo. En entrevista con la líder de la Fundación, ella destaca la importancia de trabajar estrechamente con la comunidad y enfatiza la necesidad de involucrar a las personas en los proyectos, especialmente en iniciativas como la biodigestión y la gasificación. También se resalta el papel que desempeñan la investigación y la adaptación de tecnologías a los recursos locales.

La historia de la Fundación UTA se remonta a décadas atrás, cuando sus líderes, zootecnistas de formación, realizaron estudios en el Sudeste Asiático. Durante su tiempo en la región observaron cómo en pequeñas tierras, las comunidades cultivaban arroz, asegurando así su soberanía alimentaria. Esta experiencia sembró la semilla de la Fundación UTA, motivando a sus líderes a promover un estilo de vida sostenible en su país.

Al regresar a Colombia, UTA se enfocó en la producción agropecuaria tropical sostenible y en los sistemas integrados de producción. Reconociendo la importancia de las prácticas agrícolas tradicionales, se comprometió con la soberanía alimentaria y la sostenibilidad, adaptando estas prácticas a las condiciones locales.

Un elemento central del trabajo es el rescate y la promoción del arroz de montaña. Esta variedad ancestral, cultivada por generaciones en las montañas de Colombia, se ha visto amenazada por la crisis climática y la pérdida de semillas tradicionales. La Fundación, a través de proyectos de investigación y colaboración con agricultores locales, trabaja para recuperar y preservar esta semilla ancestral. Este esfuerzo no solo busca promover prácticas agrícolas sostenibles, sino también conservar la herencia cultural y alimentaria de las comunidades locales.

Para promover la autonomía y el desarrollo sostenible, la Fundación desarrolló la metodología de «Escuelas de Estilos de Vida Sostenible». En estos espacios se intercambian saberes con las familias alrededor de prácticas y tecnologías, fortaleciendo capacidades especialmente con jóvenes y mujeres. Se ofrecen cinco cursos y se entregan cestas tecnológicas con 16 tecnologías diferentes. A través de talleres, charlas, cursos, seminarios y proyectos prácticos, se  incentiva a las personas a vivir de forma sostenible. Todo esto se complementa con el apoyo de promotores locales. Este espacio educativo y de intercambio cuenta con la participación de expertos en diversas áreas de sostenibilidad, así como de voluntarios y personas de la comunidad interesados en compartir sus experiencias y conocimientos.

El compromiso de la Fundación también se expresa en el intercambio de conocimientos a nivel nacional, así lo evidencia su participación en redes como la Red Colombiana de Energía de la Biomasa, Red Biocol. 

Escuche a continuación a Lylian y a Ricardo: