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Exhibición virtual de experiencias comunitarias de Transición Energética Justa > Experiencias 2024 > Autogestión de residuos escolares en la institución educativa Santa Rita

Autogestión de residuos escolares en la institución educativa Santa Rita

Área de Transición
Energética Justa

  • Relaciones que integran diversos usos de la energía

Hemos entendido que los usos de la energía constituyen un universo de posibilidades para recrear la mente y las relaciones sociales. A partir de un cuestionamiento sobre la gestión ineficiente de residuos, hemos emprendido diversas acciones orientadas a transformar las relaciones culturales en torno a su manejo. Nuestro objetivo es reducir la generación de residuos, explorar tratamientos alternativos y promover actividades económicas que se integren estratégicamente para generar, de manera progresiva, oportunidades de desarrollo local. Esta reflexión se ha desarrollado en paralelo con el análisis de la crisis climática a nivel local y nacional.

De esta manera, en la Institución Educativa de la vereda Ovejas, hemos construido un biodigestor que esperamos utilizar como un laboratorio vivo y abierto. A través de esta iniciativa, buscamos ofrecer una solución ambiental concreta a la contaminación que, durante años, ha afectado la quebrada Ovejas. Los beneficios de esta iniciativa se extiende río abajo, ya que la corriente de agua  surte acueductos y bocatomas aguas abajo del Municipio de Barbosa.

Escogemos esta categoría porque, además de utilizar el biodigestor para generar energía para la cocción de alimentos, hemos implementado una huerta que se nutre del efluente del biodigestor para la producción de alimentos (energía primaria). También hemos desarrollado una solución de bajo costo para el tratamiento de las aguas servidas de la institución e integrado la energía de la comunidad a través de mingas y convites, fortaleciendo el tejido social en la vereda. Con esta iniciativa, buscamos inspirar a otras instituciones a reformar o reorientar sus programas de educación ambiental. Para ello, próximamente organizaremos un encuentro regional que permita compartir experiencias y ampliar el impacto del proyecto.

Se instaló un biodigestor de geomembrana de 60 metros cúbicos cuya fase líquida es del 70%, fase gaseosa 30%. El Biodigestor cuenta con una trampa de PVC de ácido sulfhídrico, una línea de conducción de gas hasta la cocina de ¾”. Se construyó un reservorio de biol de 2000 metros cúbicos aproximadamente del cual se ha sacado para el riego de la huerta y mejoramiento de suelos y cuenta con una caja de entrada para la recepción y distribución de materia orgánica y heces fecales.

El tiempo de retención aproximado es de 55 a 60 días y se espera conectar el sistema con un proyecto productivo de gallinas en el futuro.

La iniciativa surge en el trabajo y reflexión de grupo de jóvenes de Comunidades SETAA de la Institución Educativa Santa Rita – Sede Ovejas y Sede Santa Rita. A lo largo de los últimos años, en nuestras acciones, reflexiones y procesos de planificación, ha surgido de manera recurrente una gran preocupación por los residuos no biodegradables que terminan en la quebrada Ovejas, en los caminos, alrededor de las tiendas y dentro de los patios del colegio. También nos inquieta el impacto de los vertimientos provenientes de las viviendas y las trucheras, que desembocan en las quebradas, así como la deforestación y la forma en que el territorio está siendo loteado. Todo esto se ha vinculado directamente con la crisis climática que afecta a la región. La decisión de instalar un biodigestor surgió tras la participación de varios miembros de nuestra organización en la Feria de Experiencias del Encuentro Internacional de Energías Comunitarias, realizado en Bogotá en 2023. Este evento nos inspiró a impulsar una iniciativa colectiva propia, visible y motivadora tanto para la comunidad como para el país. A partir de esta experiencia, decidimos instalar un biodigestor para el tratamiento de las aguas de la institución, acompañado de un techo solar.

El biodigestor fue la opción más viable desde el punto de vista económico y, al mismo tiempo, su implementación permitió diversas motivaciones y contribuciones. A lo largo de sus distintas etapas, ha recibido aportes que van más allá de la generación de biogás a partir de los residuos y excrementos producidos en la institución educativa. Una energía menos visible, pero igual de valiosa, es la energía humana: el esfuerzo colectivo de los diferentes actores que han convergido en este proceso.

En la fase inicial, el proyecto contó con la motivación de los jóvenes de comunidades SETAA, seguida por el apoyo del rector y varios docentes. Posteriormente, a través de mingas y convites, la Junta de Acción Comunal se sumó para el cerramiento del biodigestor, mientras que representantes de la junta de madres de familia colaboraron en la instalación de la huerta. Los estudiantes de grado 10 y 11 participaron cavando el espacio para el biodigestor, y niños y niñas de otros grados, junto con sus familias, ayudaron a llevar tierra, sembrar y regar las plantas. La adición de tierra ha sido esencial, ya que el suelo de la zona es pedregoso y poco adecuado para el cultivo de hortalizas.

Se espera reducir hasta en un 50% el costo del abastecimiento de gas de pipetas, lo que podría traducirse en una mejora en el menú de los estudiantes o en otros beneficios que el consejo directivo de la institución decida priorizar.

Se ha generado un impacto positivo en la Junta de Acción Comunal, que ha participado activamente en el montaje de la iniciativa a través de convites, en los jóvenes de comunidades SETAA, al materializar una alternativa concreta de gran escala, en los docentes, quienes han utilizado el biodigestor como herramienta de sensibilización, y en la comunidad educativa, que lo ha integrado dentro del Proyecto Educativo Institucional.

Personas beneficiarias de la experiencia
  • 160 familias
  • 94 Mujeres
  • 86 Hombres
  • 76 niños y niñas (entre 0 y 12 años)
  • 92 adolescentes y jóvenes (entre 12 y 18 años)
  1. La promoción y materialización de trabajo comunitario de diversos actores.ç
  2. El concatenamiento con otros proyectos. Surgió la huerta escolar y se tiene proyectado un proyecto productivo asociado a gallinas.
  3. El beneficio ambiental local, al tratar las aguas servidas del colegio y reducir la carga contaminante sobre la vereda Ovejas.
  4. La captura y reducción de emisiones de metano.
  1. La principal dificultad ha sido el rendimiento de biogas, dado que no todos los estudiantes hacen uso de los baños durante las jornadas, algunos por razones culturales y otros por comodidad. Por ende, se requiere aumentar la carga orgánica por medio de una campaña de concientización cultural/ambiental y por medio del mejoramiento de las condiciones de los baños que otorgue confort en su uso. Otra opción prevista es la implementación de un proyecto asociado de gallinas o de cerdos que podría ayudar a solventar los gastos de graduación de los estudiantes de 10 y 11 de la institución.

La mayor parte de las integrantes jóvenes de Comunidades SETAA que promovieron la iniciativa son mujeres, las docentes a cargo del componente ambiental dentro de la institución también han sido mujeres y el liderazgo tras la constitución de la huerta escolar, que en realidad se transformó en una huerta comunitaria, han sido madres de familia.

En general las mujeres han jugado un papel protagónico, lo que muestra una mentalidad más abierta a la transformación, al cambio y a la experimentación. En el caso de las mujeres adultas, se observa que las actividades también son una terapia, una manera de encuentro diferente y una actividad complementaria en la que encontramos aprendizajes diversos.

La experiencia ha tenido diversos momentos públicos en los que se ha buscando sensibilizar a tomadores de decisiones, como el secretario de ambiente municipal y un representante de la Oficina de Asuntos Sociales y Ambientales del Ministerio de Minas y Energía. En el corto plazo, otros tomadores de decisiones y docentes de otras instituciones visitarán la experiencia.

Esta experiencia ha sido inspiradora en las discusiones dentro de la Mesa de Energías Comunitarias con el Ministerio de Minas y Energía. Se espera que próximamente este espacio contribuya a la emisión de una resolución orientada a la protección y el fomento de las energías comunitarias en Colombia. Dicha resolución buscaría reconocer y fortalecer iniciativas impulsadas por diversas organizaciones sociales del país, como la Red Biocol, ACIN, la Fundación UTA, Coosaviunidos, CENSAT y Comunidades SETAA.

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