Proyecto Educativo ¿Quiénes Somos?
Municipio de San Francisco de Sales,
vereda Arrayán bajo
Colombia
2021
Tipo de tecnología
Área de Transición
Energética Justa
- Eficiencia energética
- Cambio de patrones de uso y consumo energético
- Relaciones que integran diversos usos de la energía
Nuestra propuesta le apunta a la eficiencia energética porque la hidroponía popular es una práctica que permite disminuir sustancialmente los tiempos del ciclo productivo de los alimentos, así como también permite ahorrar insumos de producción, evita el uso de fertilizantes agrotóxicos y de complejos sistemas de riego, mejorando la calidad de los alimentos producidos y por tanto el bienestar de las familias y comunidades. También permite reducir el tiempo de cosecha, el transporte a centros de acopio, el transporte de distribuidores y finalmente el transporte hacia el consumidor final, es decir, en general contribuye a reducir la huella de carbono y las emisiones del mismo. Le apunta también a la optimización y no desperdicio del agua, ya que presenta un eficiente sistema para su utilización, reutilización y canalización. Este sistema de producción de alimentos es un ejemplo de un buen uso y cuidado de nuestro vital recurso hídrico.
Nuestra propuesta también se relaciona con el cambio de patrones y uso energético, ya que, así como la agricultura convencional invita a destruir y prostituir la tierra, la hidroponía popular nos enseña que hay otras maneras de alimentarnos que son mucho más eficientes que la destrucción de los ecosistemas. Es una propuesta que contribuye a la seguridad alimentaria y es una alternativa al mejoramiento de la calidad de vida y bienestar de las personas que debido a la falta de tierra y recursos, quisieran cultivar sus alimentos pero no cuentan con los medios para hacerlo. Es una práctica que invita al empoderamiento a través de la autonomía y la autosuficiencia.
También le apuntamos a las relaciones que integran diversos usos de la energía debido a que a través de la hidroponía popular se teje soberanía alimentaria, donde el alimento adquiere un valor energético profundo y complejo conectado con el cuidado del agua, los ecosistemas y las comunidades a su alrededor. Es fundamental tener en cuenta que la producción local de alimentos nos puede conducir a un consumo local y esto nos llevaría a una economía local, que se desencadenaría en una cultura local que finalmente nos ayudaría a lograr una soberanía local. Como resultado, habría mucho menos desperdicio de energía y mucha más salud y bienestar para el planeta y sus habitantes.
Tecnologías que hacen parte de la experiencia
-El reciclaje y adaptación de recipientes para la hidroponía popular, ejemplo: acondicionar una taza de baño vieja, una puerta dañada, unos zapatos viejos, etc., elementos para sembrar alimentos.
-Construcción de un motor casero que nos permite oxigenar el agua de nuestros sistemas hidropónicos
-Discusión, adquisición de insumos locales y contextuales para la elaboración del sustrato hidropónico. El sustrato requiere buena aireación, porosidad, filtración y retención de agua.
-Sistema de hidroponía popular: recipientes- plantas- sustrato hidropónico-sales minerales.
Características técnicas de la propuesta
En cuanto a los materiales en primer lugar, debemos tener a disposición un espacio para poner el sistema hidropónico, éste no requiere alguna característica especial. En segundo lugar, se necesitan recipientes preferiblemente reciclados o reutilizados de cualquier material ya que se pueden impermeabilizar con plástico negro. Estos recipientes son los contenedores de las plantas y del sustrato hidropónico. En tercer lugar, se elabora el sustrato inerte con los materiales que se consigan más fácilmente en cada contexto: arena de río, gravilla, cascarilla de arroz, cascarilla de café, carbón de leña, etc. También cabe aclarar que el sustrato puede ser agua. Para la preparación de la solución hidropónica, es decir, los nutrientes que van a ser el alimento de nuestras plantas, se debe saber que se compone de sales minerales con micro y macronutrientes, también necesitamos tanques de reserva para guardar estos materiales y soluciones. En cuarto y último lugar, necesitamos de un motor casero que ayude a oxigenar el sistema hidropónico. De nuestra capacidad para conseguir estos materiales, del espacio que dispongamos y del tiempo y disponibilidad para cuidarlo dependerá la capacidad de nuestro cultivo hidropónico, puede variar desde pequeños cultivos en casa hasta grandes cultivos comunitarios.
El mantenimiento del sistema hidropónico varía según el sistema, debemos estar constantemente revisándolo, haciendo monitoreos si es posible cada día, debemos revisar los niveles de nutrientes, el estado de las plantas y el correcto funcionamiento en general. También debemos hacer limpiezas regulares para evitar la acumulación de algas y bacterias. En cuanto al riego, si es hidroponía con sustrato interte se debe regar el sistema mínimo 3 veces a la semana (10ml por planta) y si el sustrato es agua, sería cada 15 días el riego requerido. (Se debe llenar el recipiente hasta el tope nuevamente). En esta tecnología el uso del agua es mínimo, acorde a nuestro contexto actual.
La capacidad varía según las necesidades, el lugar, la cantidad de personas que participan y el espacio del cual se dispone para realizar el ejercicio. Como es una metodología popular no requiere de conocimientos técnicos y/o especializados. Eso quiere decir que entre más personas participen, más personas se benefician. La potencia del cultivo dependerá de los materiales que usemos para el sustrato hidropónico y más que todo del cuidado y mantenimiento que le demos al sistema.


Antecedentes y contexto en el que surge la experiencia
Hace algunos años tuvimos la fortuna de conocer la educación popular y el importante legado de Paulo Freire para Latinoamérica. Empezamos a estudiar y posteriormente a intentar practicar desde nuestra cotidianidad, por supuesto también desde nuestro proyecto de educación alternativa ¿Quienes Somos?. Con el paso de los años, también fuimos conociendo procesos y colectivos similares a nosotros, con quienes fuimos estableciendo conexiones y redes. Ellos también le apuntaban a la soberanía de las comunidades y una mágica tarde, explorando en el navegador de una biblioteca nos topamos con un libro titulado: “Cultivos sin tierra: La hidroponía popular, una opción para la superación de la pobreza”. Y a partir de ahí quedamos encantados y empezamos a hacer grupos de estudio autogestionados y encontramos más y más bibliografía e inspiración en este maravilloso y emancipador conocimiento.
Ya para el año 2021 comenzamos a practicar la hidroponía popular como tal, compramos colectivamente sales minerales, planificamos la instalación de un sistema en nuestra casa, adecuamos muchos contenedores reciclados donde se incluían, tarros, peceras y tablas de madera muy viejas, fue una experiencia increíble, nuestro sueño se hacía realidad.
En el proceso de investigación inicial participamos cinco personas, pero a lo largo de estos años, hemos intentado compartir esta tecnología en varios espacios para que pueda ser aplicada en proyectos de colegio, clases universitarias y comunidades urbanas que, por diversas circunstancias históricas, se encuentran con inseguridad alimentaria.
Antes, cuando pensábamos hacer una huerta en casa, uno de los mayores problemas era dónde conseguir la tierra para las macetas y el cómo llevarla, o también el hecho de no tener dinero para comprarnos una tierra propia. También participábamos de una huerta comunitaria en nuestro barrio, pero allí también habían adversarios y complicaciones incluso de orden público. Ahora con la hidroponía popular y la posibilidad de sembrar en casa fácilmente, esas problemáticas quedaron resueltas automáticamente y lo que resta ahora es seguirla compartiendo, organizarnos, cuidarnos para así poder cuidar de nuestros alimentos, el agua y el planeta en general.
Impacto que ha tenido en la vida cotidiana, en términos de costos económicos, la implementación de la experiencia
La hidroponía popular aplicada con disciplina nos ha permitido la obtención de algunos alimentos básicos para nuestra dieta como son: lechugas, apios, tomates, acelgas, entre otras hortalizas y verduras. Las cosechas de estos alimentos nos acompañan en nuestra mesa durante semanas o incluso meses, ya que no tenemos que comprarlos en un supermercado externo y eso reduce considerablemente los costos en alimentación de nuestro hogar.
Hace 3 años que compramos las sales minerales para su desarrollo y crecimiento en casa y prácticamente hoy nos quedan tres cuartas partes de las mismas (un 75% aproximadamente). El rendimiento de estos insumos es altísimo y nos permite ahorrar en cuanto a la inversión en materiales.
Nosotros sembramos verduras también en la tierra pero desde que conocemos la hidroponía popular, vemos el notable contraste en el uso y optimización del agua y de los recursos en general, la eficiencia en cuanto a los metros cuadrados por cantidad de comida producida y es realmente sorprendente, por eso la idea de seguir compartiendo esta tecnología con quienes puedan necesitarla.
Procesos productivos, comunitarios, ambientales, o actividades económicas que fueron impactadas de forma
Nuestro proceso de hidroponía popular ha dado paso a la creación de varias huertas caseras en donde las personas comprueban que si es posible sembrar, cuidar y cosechar una parte de los alimentos que comemos a diario. Hemos compartido la experiencia con otros procesos y colectivos, con familias y también en experiencias educativas. Hemos percibido en las experiencias que tanto la infancia, la juventud, la adultez y en las personas de tercera edad que se vinculan al proceso de siembra y cuidado de las plantas lo hacen de una manera comprometida y responsable, lo que nos permite evidenciar cómo es posible también contribuir al buen uso y aprovechamiento de su tiempo libre.
Actualmente estamos acompañando un proceso comunitario y estamos en el punto del proceso donde se hacen contenedores de prueba en diferentes espacios con diferentes materiales, tipos de plantas y variedad de necesidades de luz.
Personas beneficiarias de la experiencia
- 20 familias
- 40 Mujeres
- 15 Hombres
- 5 niños y niñas (entre 0 y 12 años)
- 20 adolescentes y jóvenes (entre 12 y 18 años)
Logros obtenidos y problemas presentados durante la implementación
LOGROS:
- La hidroponía popular nos ha contribuido en el bienestar a nivel familiar ya que reconocemos que es una alternativa que contribuye a la salud a través de la soberanía alimentaria y a su vez a la restauración en la comunicación emocional a través del alimento, donde varios miembros de la familia nos reunimos para sembrar, cosechar y preparar el alimento.
- En términos de conservación ambiental, la hidroponía permite aprovechar al máximo nuestros espacios residenciales mediante la siembra de alimentos sanos, evitando que consumamos alimentos producidos desde la agroindustria, que sabemos que destruye ecosistemas para sembrar monocultivos cargados de agrotóxicos. Es una alternativa familiar y comunitaria ante este grave problema ambiental.
- La hidroponía popular responde a la crisis climática directamente ya que conocemos que actualmente se invierte más de la mitad del agua dulce de todo el planeta en sistemas de riego para la agroindustria que desequilibran ecosistemas desviando y contaminando muchas fuentes de agua. En la hidroponía popular se hace un uso mínimo y eficiente del agua. Igualmente reduce la huella de opresión a la madre tierra y de carbono al no contar con tantas redes de transporte.
PROBLEMAS:
- En la hidroponía popular después de 3 años de aplicación, el único problema que encontramos es la disciplina y la constancia de las personas que instalan y practican esta técnica. Sin un seguimiento constante del proceso, la calidad, la eficiencia y el rendimiento de los sistemas hidropónicos se ven altamente afectados como cualquier otro proceso que emprendamos.