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Área de Transición
Energética Justa

  • Relaciones que integran diversos usos de la energía

Para la organización Sineambore es una oportunidad importante en aras de crecer en el sector empresarial y lograr los objetivos que se plantearon desde la fundación del proyecto, el avance de la organización se constituye en el avance de la comunidad y, tras la labor de reciclaje de orgánicos e inorgánicos hay una responsabilidad social y ambiental que toma fuerza.

Quieren consolidar los procesos sociales y ambientales mediante programas que permitan mejorar las condiciones de vida de las y los recicladores asociados y que beneficie a la población que habita en la zona aledaña al RSDJ. Quieren lograr el mejoramiento de las condiciones ambientales de la ciudad. Y a través de una soberanía alimentaria completar la economía circular. 

Bajo esta idea principal, desde el año 2008, la señora Carmen Aguillón, líder de la organización, comienza a invitar a diferentes personas que en el barrio pertenecían a sectores sociales como recicladores de oficio, madres cabeza de familia, jóvenes con vulnerabilidad por condiciones físicas y drogadicción, personas mayores con pocas oportunidades laborales, personas de la comunidad Lgbti, desplazados y comunidad en general que quisiera participar en la sensibilización comunitaria.

Para la realización de la Ruta Fuerte fue requerida la participación de las y los recicladores, en rutas distribuidas en el barrio Mochuelo Bajo y alrededores, la repartición de 750 canecas con tapa para que las familias separen los residuos orgánicos, dos motocargueros y carros contenedores para transportarlos, un lugar para el tratamiento de dichos residuos con una capacidad para tratar 12 toneladas semanales a través de un sistema de pilas con aireación forzada, camas de lombricultura, espacio al aire libre para la realización de pacas, camas de huertas demostrativas y siembra de suculentas.

El impacto económico principal ha sido para las familias de las y los recicladores de oficio, emprendimientos locales (alfarería, porcelanicron, yogures, restaurantes, artesanos), ladrilleras y campesinos del sector.

Personas beneficiarias de la experiencia
  • Más de 1200 familias
  • Mujeres 18
  • Hombres 12
  • Niños y niñas 6
  • Adolescentes 6

Con la implementación de la Ruta Fuerte, se han gestionado recursos a través de contratos públicos, que permitieron inversión para generar pagos a las personas participantes, insumos para realizar los recorridos a las casas, herramientas para la transformación de los residuos, venta de abono para la siembra de árboles en los terrenos de compensación ambiental del sector. Se obtuvo el impulso para la realización de recorridos ambientales con colegios, universidades y empresas quienes reconocen un aporte voluntario para los recicladores. Así mismo, con la siembra de suculentas han participado en ferias ambientales.

  1. Puesta en marcha de la primera planta pública comunitaria de tratamiento de residuos orgánicos (más 900 toneladas recuperadas).
  2. Realización de una ruta gratuita de recolección de residuos puerta a puerta en uno de los barrios vecinos más cercanos al relleno sanitario Doña Juana.
  3. Modelo pedagógico de sensibilización ambiental para la población Bogotana.
  1. Problemas de sostenimiento económico, para el pago de las y los recicladores que realizan la ruta.
  2. La planta se establece bajo un modelo de trabajo conjunto con instituciones públicas (apoyo técnico), que a lo largo de la ejecución pretenden sobreponer los intereses privados a los comunitarios.
  3. Desfinanciación para el mantenimiento locativo de la planta.

A través de la ejecución de la ruta, se han generado espacios de sensibilización casa a casa dónde se han intercambiado experiencias de las mujeres en su rol social con la comunidad.

Se han gestado espacios para compartir y desarrollar experiencias que complementan e impulsan el proceso, destacando los talleres de tejido y la siembra de suculentas, con los cuales se ha intercambiado saberes con otras mujeres en ferias y talleres ambientales, ubicados en otras partes de la ciudad.

Frente a las instituciones que han tergiversado el propósito comunitario, se ha fortalecido el discurso con respecto al liderazgo de la mujer en esta clase de procesos, puesto que se ha ejercido violencia de género como estrategia para la privatización del espacio.