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Exhibición virtual de experiencias comunitarias de Transición Energética Justa > Meritoria 2023 > ¡Energía que mueve el agua, transforma territorios y transforma vidas!

¡Energía que mueve el agua, transforma territorios y transforma vidas!

Área de Transición
Energética Justa

  • Autoabastecimiento energético
  • Acceso a la energía para comunidades locales

La comunidad de Hilarquito se constituyó a partir de la recuperación de tierras en el sur del Tolima y ha articulado su proceso de vida comunitaria a estrategias como la producción agroecológica y los sistemas silvopastoriles, la gestión organizativa, la defensa del agua, las semillas y el territorio, la economía solidaria, la valoración del trabajo de las mujeres y jóvenes y la promoción de relaciones de respeto desde género, etc. desde el año 2013 con el apoyo de la Corporación Grupo Semillas por medio de la escuela Agroecológica y Territorial Manuel Quintín Lame y la Escuela de mujeres Cacica Dulima. También se tuvo un apoyo de GIZ Alemania orientado a promover los sistemas silvopastoriles como medida frente al cambio climático.

Entre los años 2013 a 2017, la comunidad estableció bancos de semillas criollas, elevó la producción de alimentos y sembró más de 13.000 árboles para establecer sistemas silvopastoriles. Se hizo un cambio en el territorio.

En el 2018 la comunidad incorporó el uso de las estufas eficientes, las cuales, además de disminuir el consumo de leña, mejoraron las condiciones de vida de las mujeres al reducir las cargas de recolección y la exposición al humo que les ocasionan enfermedades respiratorias. 

En el 2019, la comunidad conformada por 15 familias aprueba ser parte de un piloto basado en tecnologías basadas en energía fotovoltaica para mejorar proyectos productivos comunitarios, teniendo en cuenta que en las épocas de sequía no se tiene agua y el manejo del ganado bovino era incontrolable, lo cual afectaba la economía y la soberanía alimentaria de la comunidad.  El proyecto se inició en el 2020 en época de pandemia, identificando las debilidades y fortalezas comunitarias y en 2021 se instalaron las tecnologías. Esto fue posible al aporte de recursos de transferencias del resguardo y la mano de obra y materiales locales, la cooperación suiza de Fastenaktion y los aportes de Grupo Semillas, EBP y Corpoema.

Se pusieron en funcionamiento los sistemas y se establecieron acuerdos comunitarios como el ahorro y la destinación de un porcentaje de las ganancias de los proyectos productivos para el mantenimiento de los sistemas. De igual manera, 5 personas de la comunidad se formaron como gestores comunitarios en energía solar fotovoltaica. Ellos realizan los monitoreos y aseguran el sostenimiento de las tecnologías. También, la comunidad mantiene iniciativas basadas en el uso de las semillas y razas criollas, el uso de especies resistentes al fuego, la economía solidaria y la gestión y defensa del territorio y la vida comunitaria.

  • Sistema de bombeo solar 
  • 4 paneles solares marca Risen Energy con capacidad de 330 W
  • 1 bomba solar PS2 1800 C SJ 5-12 centrifuga, tipo lapicero, marca Lorentz con capacidad de 1,8 KW
  • 1 controlador PS 1800, marca Lorentz con capacidad de 1,8 KW 
  • Caja Clamper, sensor de secado, sensor de llenado, puesta a tierra
  • Estructura en concreto de 4 mt de altura que soporta un tanque de 5000 L
  • Manguera de 2”, abrazaderas, uniones
  • Sistema de cerca eléctrica 
  • 1 panel solar marca Seraphim con capacidad de 280 W
  • 1 controlador con capacidad de 200 km marca Electra 
  • 1 batería con capacidad de 200 km marca Electra
  • 1 impulsor con capacidad de 200 km marca Electra
  • 1 voltímetro
  • Alambre galvanizado cal 12, tensores, aisladores

Un importante impacto en la vida de la comunidad es la nueva relación con la energía. Ya no se mira desde un enfoque de necesidad familiar como lo prestan las empresas, sino como un acuerdo comunitario y como una ventaja para tener autonomía en el desarrollo de los actuales y nuevos proyectos. 

Es muy impactante que no sólo llegue el agua a algunos lotes de cultivos de alimentos y a potreros, sino que llegue a la misma sede del resguardo, porque allí se debía cargar agua y no se podía hacer aseo completo. 

Las amenazas de incendios son un dolor de cabeza porque no se tenía agua, lo mismo que el estrés del ganado. Contar con energía les brinda tranquilidad, aunque falta aún tener acuerdos para el manejo del ganado y aumentar la producción de alimento para las vacas. 

También llegaron a acuerdos, incluso sobre temas que les pusieron a discutir como el mantenimiento de las cercas y de los sistemas, pero ante todo, llegaron a acuerdos necesarios como el de crear y fortalecer el fondo comunitario para sostenibilidad de tecnologías. 

Les da orgullo que las personas de la comunidad tengan conocimientos técnicos que asegurarán la vida útil de las tecnologías instaladas y con los que también podrán desempeñarse laboralmente.  

El resguardo de Hilarquito es consciente de que están  haciendo un trabajo que ayuda al planeta porque al reducir el consumo de combustibles fósiles, consumir menos leña, usar la energía del sol para mover agua y poner corriente a las cercas de los potreros, usar abonos orgánicos y semillas y razas que consumen menos agua y productos locales, están haciendo frente a la crisis climática. 

Aunque no es fácil poner de acuerdo a una comunidad, donde prevalece la población muy mayor de edad, para ellas y ellos es satisfactorio tener acuerdos comunitarios porque son duraderos y el beneficio se ve en todo el resguardo. La energía necesita ser bien manejada y eso exige un esfuerzo organizativo que les termina beneficiando.

Personas beneficiarias de la experiencia
  • Familias: 15
  • Mujeres 42
  • Hombres 18
  • Niñas y niños 8
  • Adolescentes y jóvenes 15

El impacto central que cambia la vida de las personas de la comunidad es el acceso al agua por medio de tecnologías solares, permitiendo que el agua llegue a la comunidad y que las personas ya no deban cargarla desde las quebradas ubicadas a kilómetros de distancia, función que cumplían en su mayoría las mujeres, niñas y niños. Aunque no es potable y aún no ha podido ser distribuida, el agua está a poca distancia y de manera permanente. Esto significa ahorro de tiempo y generación de alternativas económicas.

Otros impactos económicos en la vida de la comunidad son: 

  1. Se cuenta con un ahorro porque no se tienen que pagar altas facturas de energía y se disminuyó la compra de combustibles fósiles, de los cuales no se depende ahora.
  2. Aumento en las áreas de siembra: Se tiene un cultivo a largo plazo que es la guayaba manzana y también se aumentó la producción de pancogeres y pastos para animales, lo que implica tener disponibilidad de alimentos y con los excedentes, generación de recursos económicos.
  1. Aprender a integrar y valorar la energía alternativa y comunitaria como un recurso estratégico para la vida de la comunidad, el mejoramiento del territorio y como aporte a la salud del planeta.
  2. Tener acceso al agua de manera constante y permanente para llevar a cultivos más cercanos, a los potreros y para hacer frente a la sequía que actualmente atraviesa toda la zona del Alto Magdalena en Colombia. 
  3. Brindar una alternativa a las y los jóvenes y a las mujeres de la comunidad en su formación como gestores comunitarios para quitarle el miedo a las tecnologías, hacer diagnósticos y monitoreos e incluso, apoyar a otras comunidades de la zona. 
  4. Ser una comunidad autónoma energéticamente que aporta a los cambios que Colombia a través del nuevo gobierno, quiere hacer.
  1. Inversiones altas en las contrapartidas para las adecuaciones previas a las instalaciones. Fue un problema dado que la comunidad es de bajos o inexistentes ingresos y las llamadas transferencias (por calidad de resguardo) son muy bajas y deben estar asignadas con un año de anticipación y con restricciones de ley.
  2. Dificultades propias de los procesos comunitarios para llegar a consensos y asignar responsabilidades, presupuestos y tiempos. 
  3. Retraso por condiciones climáticas de lluvias, que impedían el acceso o salida de las personas de la comunidad y el transporte de materiales.
  4. Trabajar en medio de la pandemia (especialmente para los técnicos que viven en pueblos y ciudades).
  5. La Corporación Autónoma Regional del Tolima – Cortolima obliga a la comunidad a tramitar concesión de aguas, aun cuando el agua que se recoge en el jagüey es proveniente de las aguas lluvias.

La comunidad indígena ha sido liderada en su mayoría por mujeres quienes han ejercido cargos importantes dentro del cabildo como gobernadoras, vicegobernadoras, tesoreras, secretarias, Etc. Esto influye en las decisiones y en los acuerdos, puesto que se han tenido otras acciones positivas como no dejar entrar el monocultivo del arroz, no arrendar la tierra, impedir y denunciar incendios provocados, apoyar a las familias más vulnerables.

Las mujeres de Hilarquito han participado de procesos de formación como gestoras y gestores comunitarios con énfasis en energía solar fotovoltaica, en el diplomado en Agroecología y gestión del territorio impartido por la Escuela Agroecológica y territorial “Manuel Quintín Lame” y la participación en la escuela de derechos de las mujeres “Cacica Dulima”, en los talleres de agroecología y economías comunitarias. Todos estos procesos formativos han brindado herramientas para el desarrollo de su trabajo comunitario en la producción de alimentos sanos, protección del agua y del territorio, mantenimiento y sostenimiento de tecnologías solares, cuidado propio y defensa de sus derechos. 

También han participado activamente de los acuerdos y de los compromisos comunitarios como se puede evidenciar en las actas comunitarias.

Con el apoyo de otras organizaciones locales como la Corporación Grupo Semillas se ha logrado por medio de intercambios dar a conocer la experiencia con otras organizaciones como Ong´s, universidades y otras comunidades de la región. Así mismo, se ha llevado la experiencia a ferias y foros. 

De igual manera, se ha realizado incidencia en entes gubernamentales a nivel nacional, en donde se ha llevado la propuesta para que las energías comunitarias sean incluidas en el Plan Nacional de Desarrollo y en las políticas públicas para la transición energética.  

A nivel de Coyaima, buscan que esta experiencia sea tenida en cuenta en el Plan de Desarrollo municipal y departamental en los próximos gobiernos. También están dispuestos a informar e intercambiar lecciones y aprendizaje con otros resguardos del sur del Tolima.