Cómo son huertas con sistema nutrisostenible
Tenemos la cosecha de lluvia como parte de nuestro sistema de riego para no depender únicamente del agua que provee el acueducto de la ciudad.
Tenemos la cosecha de lluvia como parte de nuestro sistema de riego para no depender únicamente del agua que provee el acueducto de la ciudad.
A través de esa implementación de 150 huertas las familias no salen a la ciudad para comprar productos que producen en la zona como plátano, yuca, tomate, papa china, cebolla de rama, y los que no producen en la zona hacemos día de trueque de productos con otras familia
Como asociación, somos cuidadoras del medio ambiente y trabajamos en la conservación como viveristas con semillas nativas. Observamos los efectos del cambio climático, con temperaturas cada vez más elevadas, y hemos tenido la oportunidad de participar en talleres como ‘Cambio por el Clima’ y ‘Pacto por el Clima’, entre otros.
Es un proyecto construido, administrado y operado por la misma comunidad, que por años no ha tenido acceso al derecho esencial de la energía. La generación es para la misma comunidad, y la energía es de calidad. Las familias gastan aproximadamente Q150.00 mensuales en iluminar sus viviendas con candelas; ahora, este gasto se ha reducido a Q30.00 mensuales como base. Surgen iniciativas productivas que mejoran la economía de las familias, así como mejoras en salud y educación, con acceso a electricidad en institutos básicos y primarios.
Las actividades deportivas, como el fútbol y el boxeo, no solo fortalecen la estabilidad emocional y la salud colectiva de los participantes, sino que también impulsan procesos comunitarios que generan bienestar social. Además de promover el deporte, cada reciclador y recicladora que forma parte de estos colectivos presta el servicio de recolección y comercialización de residuos sólidos reutilizables. Esto contribuye a mejorar la eficiencia en la transformación de los desechos, optimizando tiempos y reduciendo reprocesos en la separación de basuras.
Disfruto enormemente contribuir a la naturaleza y busco solucionar diversos problemas ambientales y sociales, como la escacez de agua potable y la hambruna. Estoy convencido de que este proyecto es bueno y produce buenos resultados, por lo que beneficiaría a numerosas personas. Me llenaría de alegría ver que más individuos obtienen acceso a agua potable y alimentos seguros, libres de riesgo a la salud.
Casa Nido se ha convertido en una escuela ambiental que tiene como eje estructurante la educación y la generación de focos de biodiversidad en entornos urbanos altamente poblados.
La eficiencia energética en la chagra (cultivo tradicional) de la comunidad Inga y el desarrollo de mingas (trabajo colectivo) para su cuidado permiten un ahorro de tiempo en las labores de siembra, cosecha y desyerbe, gracias a la ayuda mutua entre familias. Esto no solo fortalece la economía de cada mujer y familia, sino que también promueve la convivencia comunitaria, facilita el intercambio de saberes y semillas, y contribuye a la diversidad biológica del cultivo tradicional. Además, genera alimentos saludables y preserva conocimientos ancestrales relacionados con la cocina tradicional, la medicina natural y el cuidado de la Madre Tierra.
Sistemas solares fotovoltaicos, integrados a bombeo y captación de agua, incubación de huevos criollos, refrigeración, cercas eléctricas, iluminación con reflectores, producción de alimento concentrado para animales con materias primas locales.
Cuando la organización inició el proceso de transformación del ajo, cayó en cuenta que el costo energético era demasiado alto, esto llevó a que la organización visualizara otro tipo de tecnologías que les permitieran reducir la dependencia a la energía eléctrica y hacer más eficiente la experiencia.